Aunque puedas pensar que el invierno no es una época adecuada para disfrutar de tu jardín, la realidad es que es una estación que nos puede ofrecer muchas ventajas. Disfrutar de árboles y arbustos de hoja caduca cuyo aspecto es totalmente diferente al que tienen en primavera, plantar algunos bulbos entre los macizos de flores o preparar terrenos de cara a las siembras primaverales.
Una de las actividades más comunes durante el invierno es la plantación de árboles frutales, aunque cuando hablamos de árboles comprados en maceta o contenedor, se pueden plantar durante todo el año.
A continuación te explicamos una serie de pasos que recomendamos para asegurarnos de que la plantación de nuestro frutal favorecerá su desarrollo futuro.
Cómo plantar un árbol frutal en 7 sencillos pasos
1-Ubicación de la plantación
El primer paso es escoger el emplazamiento donde queremos plantar nuestro árbol. Hemos de procurar que el lugar donde plantemos nuestro árbol sea lo más espacioso y soleado posible, ya que en un futuro esto ayudará al crecimiento del mismo. (Salvo algunas excepciones los frutales necesitan un lugar con mucha luz directa)
2-Preparación del terreno de plantación
Una vez elegido el emplazamiento hemos de proceder a la preparación del terreno donde queremos plantar nuestro frutal. Lo más recomendable es realizar un agujero del doble de dimensiones que el tamaño de la maceta en la que tenemos previamente el frutal, esto favorecerá que las raíces puedan penetrar bien en el terreno y el árbol enraíce.
Si fuera posible, es mejor realizar los hoyos con uno o dos días de antelación para permitir que el terreno se airee adecuadamente. En terrenos arcillosos o duros hay que tener especial cuidado con el drenaje del terreno, asegurándonos de que el terreno no se encharcará al recibir grandes cantidades de agua. Si nuestro terreno tiende al encharcamiento podemos paliar este problema añadiendo hasta un tercio de arena de río a la mezcla de tierra con la que plantaremos el árbol y añadiendo una buena capa de piedra de drenaje al fondo del hoyo de plantación.
3-Comprar árbol frutal
El siguiente paso es buscar un rato libre y acercarnos a Viveros Projardín 😉 a escoger una variedad de frutal que nos guste y que se adapte bien a las condiciones del emplazamiento donde hemos decidido hacer la plantación, ya que no todas las especies se desarrollan por igual en todos los lugares. En un clima continental como es el de Madrid hay que tener especial cuidado con algunas especies de frutal como los cítricos (ya que pueden verse perjudicados por heladas fuertes) o especies tropicales como mango, guayaba, papaya o plátano (cuyo cultivo en un clima continental como el nuestro se hace muy complicado a la intemperie).
4-Plantación del frutal
Una vez hemos decidido el emplazamiento y la especie de nuestro frutal podemos iniciar la plantación de nuestro árbol. Lo primero es retirarle con cuidado el contenedor de plástico a nuestro frutal y, en el caso de que fuera necesario, hacer un saneamiento de las raíces que pudiesen estar saturando el cepellón del árbol.
Una vez tenemos el cepellón preparado procedemos a meterlo en el hoyo y cubrirlo con una buena mezcla de tierra, procurando que la mezcla incluya al menos un tercio de un buen substrato, algo de abono y si es posible un enraizante. Es muy importante fijarnos en no enterrar el injerto del árbol para impedir su asfixia (el injerto es un nudo parecido a una cicatriz que se puede observar en la gran mayoría de frutales).
A continuación, procedemos a asentar bien la tierra, procurando que no quede excesivamente suelta ni compactada, y realizando un fuerte riego posterior para ayudar a que la tierra asiente mejor. Hemos de tener especial cuidado con el riego de nuestro árbol durante el primer año de su plantación, ya que la planta todavía no ha desarrollado sus raíces en el terreno y será más dependiente de nuestros riegos.
5-Entutorar árbol
Ahora que tenemos plantado nuestro frutal podemos reforzarlo con una estaca o tutor para asegurarnos de que crecerá derecho y evitar que el viento cause daños. En caso de que se hagan ataduras con alambre u otros elementos rígidos al tronco del árbol hay que asegurarse de que la atadura al tronco queda lo suficientemente holgada como para no perjudicar al árbol una vez este crezca, evitando una posible estrangulación del tronco una vez este tome mayor grosor.
6-Poda de formación y cobertura de inertes
Además también podemos aportarle a la superficie del terreno del árbol una cobertura con corteza de pino u otros materiales, que ayudarán a mantener fresco y húmedo el terreno de nuestro frutal. Si queremos también podemos realizar una poda de formación para que el aspecto futuro del árbol sea el que nosotros prefiramos, teniendo en cuenta que los árboles que ya se encuentran en la etapa de producción suelen dar poca fruta el año en el que se les poda fuerte.
7-Tratamientos Fitosanitarios
Por último, es conveniente tener en cuenta que los frutales son plantas que con tendencia al desarrollo de plagas y enfermedades, por lo que lo mejor será realizar tratamientos preventivos contra las posibles plagas y enfermedades que pudiera desarrollar nuestro árbol.
Si no dispones de terreno en el que plantar un árbol y quieres tener uno no te preocupes, siempre podrás mantener un precioso frutal en maceteros que tengan un tamaño apropiado. Eso si, si este es tu caso y tienes un frutal en maceta has de tener en cuenta que al tenerlo en un espacio reducido como es un macetero hay que tener algo más cuidado con él, tanto en cuestión de riego como de abonado.
Estos son algunos consejos que te recomendamos seguir a la hora de plantar un árbol frutal. Sin embargo, no olvides que cada maestrillo tiene su librillo y no hay una sola manera de realizar la plantación. En nuestro vivero en Madrid podrás encontrar prácticamente todas las especies que se adaptan bien a nuestro clima, siempre con la mejor calidad que es lo que nos gusta ofrecer a nuestros clientes.
Algunas de las especies que tenemos normalmente disponibles, con distintas variedades de cada una: Acerolo, albaricoque, almendro, arándano, avellano, azufaifo, baya de goji, calamodín, castaño, cerezo, ciruelo, endrino, frambueso, granado, grosellero, higuera, kaki, kiwi, kumquat, lima, limequat, limonero, mandarino, mano de buda, manzano, membrillero, mora, naranjo,nashi, nectarino, nispero, nogal, olivo, parra, pera, pistacho.
Como has visto, plantar un frutal no es difícil y además podrás disfrutar del cultivo de tu propia fruta.
¡Anímate, planta el tuyo y cuéntanos en el blog qué tal te ha ido!