Lentisco Bonsai (Pistacia lentiscus)

Nombre científico: Pistacia lentiscus.

Nombre común: Lentisco, charneca.

Origen: Mediterráneo.

Características: Arbusto o pequeño árbol que destaca por la fortaleza de sus ramas y el verde intenso de sus hojas durante todo el año. Ese tono la distingue de los árboles que la rodean en la naturaleza.

Tiene un crecimiento muy lento, lo que favorece la dureza de sus ramas y produce troncos secos muy valorados por los aficionados. Destaca el contraste de la madera con el verde de sus hojas y el colorido de sus frutos y flores.

Existen Pistacia lentiscus macho y hembra. Entre marzo y abril, los machos producen vistosas flores rojas, que debido al polen se vuelven amarillas al abrirse. La floración en las hembras no es tan vistosa, en contraposición son ellas las que producen el fruto, bayas de color rojo intenso que maduran a finales del verano.

Cultivo: El lentisco necesita mucha luz, por lo tanto, colócalo en un lugar donde reciba abundante luz solar directa durante al menos 6 horas al día. Puede tolerar tanto temperaturas cálidas como frías, pero necesita protección contra el frío extremo.

Utilizar una mezcla de sustrato que drene bien, como una combinación de akadama, piedra pómez y un poco de tierra orgánica. El drenaje es crucial para prevenir el encharcamiento y las enfermedades de las raíces.

La poda de este bonsái se realiza a finales de invierno. Gracias a la poda se consigue mantener el vigor en todas sus ramas.

Después de la poda, deben quedar pocas hojas. Tras unas semanas, comenzará a crecer de nuevo, mientras que las raíces se desarrollan con fuerza.

Los brotes de Pistacia lentiscus se dividen en dos grupos en función del crecimiento. Por un lado, están los muy vigorosos que crecen ininterrumpidamente durante toda la temporada y se desarrollan tras la poda. Se trata de las ramas de los árboles jóvenes y los retoños.

Por otro lado, están los brotes de lentisco más formados. Las ramas más maduras crecen hasta cierto punto y se detienen hasta la siguiente temporada.

El bonsái de lentisco es un árbol que puede durar muchos años en una misma maceta. Mientras tanto, antes de trasplantar y como mantenimiento, renovaremos periódicamente la primera capa de sustrato, esto asegurará un buen drenaje durante el riego. Cuando sea necesario trasplantar, será el propio árbol el que lo indique. Sus hojas se volverán de un tono amarillo apagado, que contrastará con el verde oscuro y brillante de las que estén en buen estado. Otra forma de saberlo será cuando, al renovar la primera capa de sustrato, esta esté llena de raíces finas.

El mejor momento para realizar el trasplante es unas semanas después de una buena poda, cuando empiezan a salir los nuevos brotes. El crecimiento de estos brotes provocará también el crecimiento de las raíces, facilitando la adaptación.

Los lentiscos se cultivan sobre sustratos muy duros. Esta tierra al principio es casi estéril, por lo que se utilizarán abonos orgánicos para activarla.

A la hora de abonar se tendrá en cuenta no facilitar el espacio entre los brotes. Para conseguirlo evitaremos favorecer su crecimiento, reduciendo el abonado en las épocas en las que no esté brotando o brote menos.

Se abonará con más frecuencia cuando los brotes se hayan desarrollado, normalmente entre mediados de mayo y junio. Aunque durante el verano seguirá brotando, durante estos meses reduciremos la cantidad.

Entre finales de agosto y octubre, para tener reservas en invierno, se abonará abundantemente, unas dos veces al mes con gran cantidad de fertilizante.

Este tipo de bonsái agradece enormemente el aporte de quelato de hierro, mejorando considerablemente su cultivo.

Requiere de riegos frecuentes, debido a sus características y al suelo drenante en el que se cultiva. Regar cuando el sustrato esté seco al tacto.

El lentisco es resistente a la sequía, por lo que es mejor evitar el riego excesivo. Hay que asegurarse de que el agua no se acumule en la base del árbol.

Realizar la poda de formación durante la primavera para darle forma al árbol y fomentar la ramificación. Habrá que recortar las ramas largas y aquellas que cruzan o crecen hacia el interior del árbol.

Recortar nuevos brotes durante la temporada de crecimiento para mantener la forma deseada.

El lentisco tiene ramas flexibles, lo que facilita el alambrado. Puedes alambrar en cualquier momento del año, pero es preferible hacerlo después de la poda principal para asegurar que las ramas tengan suficiente flexibilidad.

Fertilizar con un fertilizante equilibrado durante la primavera y el verano. Esto ayudará a mantener el vigor del árbol y promover un crecimiento saludable.

Transplantar cada 2-3 años en primavera. Durante el trasplante, reduce y rejuvenece el sistema radicular para adaptarlo al contenedor y mejorar el desarrollo de nuevas raíces.

Mantenterse alerta ante la aparición de plagas comunes, como pulgones y cochinillas. Tratar con insecticidas apropiados si es necesario y asegurarse de que el aire circule bien para prevenir enfermedades fúngicas.

Aunque es resistente al frío, el lentisco debe ser protegido durante heladas severas. Mueve el bonsái a un lugar más resguardado durante el invierno si las temperaturas bajan demasiado.

Exposición: Pleno sol. Deberá protegerse de las heladas en invierno.

Usos: La resina de Pistacia lentiscus es muy apreciada. A partir de ella se elabora el mástique , una goma aromática que se utiliza tanto en odontología como en la elaboración de barnices. También se utiliza como aromatizante en licores.

Es un árbol muy popular en su cultivo como bonsái.

Toxicidad: Aunque no está considerado como tóxico, el consumo de grandes cantidades de cualquier parte de la planta puede ser nocivo.